28 de FEBRERO,
DÍA de ANDALUCÍA
Colaboración de Paco Pérez
Un 28 de
febrero, como era habitual en mi persona, también tuve la gran suerte de
que el bombo de la dedocracia me
señalara como uno de los afortunados villargordeños que tendría la
responsabilidad de presidir una mesa
electoral ese día. Yo protestaba en el Ayuntamiento
pero siempre me contestaban igual, te ha tocado en el sorteo. Los conocidos que
iban a votar, como sabían que siempre me cogían, se cachondeaban de mí así:
La primera vez que estuve en una mesa electoral fue el
15 de diciembre de 1976, ese día el
pueblo español refrendó, en “Referéndum”,
la “Ley para la Reforma Política
Fui vocal, el proceso transcurrió con normalidad,
estábamos muy contentos y, a la conclusión de la jornada, se realizaba lo de
siempre: el recuento de votos, las actas y la quema de las papeletas.
Yo estaba cumplimentando los documentos oficiales
con los resultados y los otros dos compañeros se fueron con las papeletas al
corralillo que tenía esa escuela y estuvieron quemándolas. Al volver firmamos
las actas, comenzamos a guardar la documentación en los distintos sobres y, de
pronto, exclama el Presidente de la
mesa:
- ¡¡¡Nos
falta el documento en el que estaba la relación de los votantes!!!
Buscamos, rebuscamos y nunca apareció.
Finalmente se llega a la conclusión de que había
sido incinerado con las papeletas.
Yo estaba muy tranquilo porque no había participado
en la quema y, alguien de los presentes, propuso buscar hojas sobrantes en
otras mesas electorales y rehacer el listado basándonos en las cruces que habíamos
puesto en los listados de los vecinos empadronado en aquel sector cuando
depositaron su papeleta.
Recuerdo que los municipales y los funcionarios del
Ayuntamiento presentes comenzaron a participar con buena intención y, de
pronto, uno de ellos metió un gazapo… ¡¡¡Se
saltó una decena al escribir los números de orden!!!
Ahora se buscó la solución de pegar tiras de papel
para arreglar el entuerto. Una vez acabado este invento se volvieron a
equivocar y al Presidente le iba a
dar algo, yo me sentía agotado y el nerviosismo flotaba en el ambiente.
Opté, aburrido, por marcharme a casa y el Presidente se marchó con la documentación al Ayuntamiento para
hablar con el Alcalde de entonces, D. Luciano Jiménez García.
Tengo que hacer constar que en esas fechas los
resultados no viajaban de inmediato a Gobernación
y lo que ocurrió allí ni me preocupé de preguntar por cómo se resolvió el
asunto.
Unos años más tarde nos hubieran impugnado el
resultado y hubiéramos tenido serios problemas o, al menos, molestias
administrativas.
Cuento esto porque no tendría entrada en otro tema y
porque ahí empezamos a caminar por la “Transición
Democrática” en el vehículo de la ILUSIÓN.
Los andaluces,
unos años después, culminamos aquella ilusión inicial alcanzando la Autonomía.
El objeto de mi trabajo no es el analizar el tema de
si fue un acierto o un desacierto la implantación de este modelo político para
nuestra región y sí pretendo el mostrarles la EVOLUCIÓN de la ILUSIÓN y para hacerlo voy a mostrarles las
actividades que se desarrollan en el C.
P. “Francisco Badillo” para conmemorar esta fecha histórica del 28 de Febrero.
Desde el comienzo se realizaron una serie de
actividades encaminadas a realzar el sentido de lo que hicimos aquel día y
también para inculcar en nuestros alumnos los valores con los que se nos
identifica y que nos hacen diferentes de otras comunidades. Todo era al
principio muy ilusionante y quedaba patente en la infinidad de actividades que
se organizaban para este día: Adorno del escenario, banderitas con nuestros
colores realizadas en las aulas, venían los políticos locales al acto, lectura
de textos poéticos, interpretaciones musicales con instrumentos por parte de
los alumnos…
En el pasado también venían muchos padres y el
ambiente era impresionante.
Este año sólo alumnos y maestros.
Las actividades que se han desarrollado fueron:
Lectura de dos poesías por otros tantos alumnos y audición del himno.
Después se marcharon a sus aulas.
El colmo fue mirar al frontal del escenario y
entonces comprobé que no había ni una bandera oficial… ¡¡¡Ni la de Andalucía!!!
Sí se ha mantenido la tradición:
1.- En el “PAN
y ACEITE”
En el recreo, cada maestro/a saca unas mesas de
alumnos al patio, delante de su aula, y los niños van pasando en fila para
recibir un bollito regado con aceite de nuestras almazaras. Hubo ocasiones en las
que se acompañaban de bacalao y aceitunas.
2.- La CONVIVENCIA entre maestros y padres de alumnos/as
Ésta siempre se hace en el salón de usos múltiples,
antiguo comedor escolar.
Este año, igual que en otros anteriores, la dirección
del Centro ha tenido el gesto de invitar a los maestros ya jubilados. Han
asistido: Mª Carmen Melguizo, Luisa Pamos, José Carlos Castellano, Sebastián López
y Paco Pérez.
Siempre es agradable el reencuentro con los antiguos
colegas pero en cuatro años ya ha llovido un poco y han florecido muchas nuevas
plantas en aquel jardín y, la verdad, de las tradicionales cada vez quedan
menos, lo me hace sentir pena y nostalgia de aquellos inolvidables recreos
debajo del pino. He dicho inolvidables porque se nos pasaban en un soplo, sobre
todo cuando José Carlos comenzaba a
contar sus inigualables chistes.
En esta visita volvió a las viejas costumbres y contó
esta joya del arte andaluz:
Va un señor por la calle y encima de la puerta de
una casa ve un anuncio cuyo texto decía: “Ezequiel,
el mago”. Debajo ponía un texto con todo lo que el mago era capaz de
descubrir de las personas.
El señor quedó impresionado con sus cualidades y
decidió consultarle su problema.
Se acercó a la puerta y llamó:
- ¡Tan, tan, tan!
Entonces escuchó una voz que, desde dentro, le
preguntaba:
- ¿Quién eres?
El señor quedó sorprendido con la pregunta y le
contestó:
- Nadie, porque si no tienes ni puñetera idea de quién
soy cómo me vas a averiguar mi problema… ¡¡¡Ahí te quedas!!!
Como despedida, vamos a cantar y para ello hacemos un clic en HIMNO.
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