PALABROS
DE
MI PUEBLO
Colaboración de
Carmen Crespo Jiménez
Hoy
se publican la totalidad de los “PALABROS”
y se despide Carmen hasta que nos
regale otros nuevos trabajos.
Sabemos
que tienes otros proyectos literarios en marcha y que, muchos de ellos, ya están
en su fase final.
Carmen, siempre serás bien recibida
en este espacio que no es de nadie y sí de todos, tuyo también porque formas
parte de “Villargordo nos reúne” desde
que te asomaste por primera vez a su ventana.
Te
pedimos que no dejes la pluma para que tu ejemplo dé alas a otras mujeres y para
que cada vez seáis más las que os asoméis.
Ángel
Lozano Torralba te agradece tu COLABORACIÓN y te espera con otras
novedades literarias.
¡¡¡Hasta siempre!!!
Con “A”
ACENDRA: Se dice de las niñas que,
a pesar de su corta edad, son capaces de
organizar las casas paternas, en ausencia de ellos, teniéndolas limpias y
aseando y alimentando a los hermanos.
AJORRO: Se utiliza la expresión
“Llevar ajorro” para indicar que transportamos algo de peso sobre nuestro
cuerpo.
AL SONRREO: Alguien que observa sin
descanso para conseguir algo de otra persona.
ALIBIA: Cuando se le manda a una
persona que camine más rápida.
AMOTAJAR: Cuando una señora
extiende sobre la mesa un trozo de tela para estudiarlo mejor. Lo pondrá de diferentes formas y así sacará el mayor
número posible de prendas de vestir.
ANDORRERO/A: Persona que no puede
parar en su casa y se pasa todo el día de un sitio a otro.
A PIE LLANO: Cuando entre dos casas
vecinas no hay pared porque se derrumbó. También cuando una casa tiene más de
un patio y no están separados por una pared.
APRETUJÓN: Abrazar a una persona y
apretarla con nuestro cuerpo.
APUÑASCAR: Guardar algo en nuestra
mano cerrándola bien y apretándola.
ARPAVIEJA: La usamos en la expresión
“Morir como arpa vieja” para indicar
a quienes nos escuchan que esa persona se pasó la vida sin parar, andando de
aquí para allá hasta el final de sus días. Se aplica a las personas muy
activas.
ARREGOSTAR: Quedar escarmentado de
algo que hicimos porque nos salió mal.
ARVEOTE: Arreglarse, ponerse
guapos o, por lo menos, visibles.
ASINE: Palabra sinónima de
“ASÍ”. La usamos para decir a los demás cómo se hace o se dice algo.
CASO REAL ocurrido con esta palabra en Villargordo:
Había
dos amigos hablando y uno de ellos repetía “Asine” con demasiada frecuencia y el más culto le dijo estás
palabras:
-
No digas “Asine”, es más fácil
decirla como es, “Así”, porque tiene
menos letras.
-
Llevas razón pero a mí me cuesta más trabajo decir la que tú quieres pero yo
prefiero seguir diciendo “Asine”
porque me entiendo mejor.
Ahí
acabaron los consejos.
ASOVINAO: Estar recostado en el
sofá o casi tumbado pero de una forma un poco fea.
ATURRILLAO: Cuando no nos podemos
mover porque estamos entumecidos.
AYULLO: Se llama a sí a las
personas que están bastante obesas y, consecuentemente, no se mueven con
destreza.
AZAGÓN: Haber realizado un
trabajo durante muchas horas y estar muy cansado por esa razón.
Con “B”
BANDAZOS: Ir de un lado para otro sin una dirección concreta.
BARREÑO: Objeto metálico que antiguamente se usaba mucho en las casas para
lavar la ropa con una losa de madera
o para recoger el agua de lluvia porque no había entonces agua potable en las
casas. Tenía forma de tronco de cono y era poco profundo.
BORDONERO: Persona muy comedora que también come con la vista y que nunca está
saciada.
Con “C”
CACHUCHO:
Se usa mucho esta expresión: ¡¡¡Ya le has dado al cachucho!!!
Cuando la usamos le estamos diciendo que ha bebido
más alcohol de la cuenta.
CALAMONÁ: Cuando estás sentado y te quedas dormido y comienzas a dar cabezazos o
cabezadas.
CALCUCERA/O:
Se llama así a las personas que se meten en donde no
las llaman y molestan al personal.
CAUCANDO:
Se dice de una persona de avanzada edad cuando ya no
coordina bien lo que responde o comunica.
CIMBRONAZO: Cuando algo o alguien se cae de golpe.
Antiguamente se construía con paredes de tierra y
como se presentaban largos temporales de lluvia pues las paredes se caían y
entonces se comentaba lo ocurrido así:
- ¡¡¡Menudo cimbronazo ha dado la pared del corral de Juanico!!!
COBANCHILLA:
Hueco que hay entre las escaleras y el suelo.
CONREAR: Gastar o consumir lo que tenemos poco a poco. Por ejemplo: Los
alimentos, el agua, el dinero…
Este significado es característico de nuestro pueblo
y en el diccionario hay otro: Preparar algo para el
uso futuro mediante unos trabajos favorecedores. Ejemplos:
1.- Echándole a la carne los aliños para el asado,
antes de meterla en el horno, con el fin de que los pueda tomar con tiempo.
2.- Las labores que se hacen a la tierra para
sembrar después.
CUASI: Igual o lo mismo.
Con “ch”
CHUSCA: Trocito do de leña encendido que salta de una hoguera.
CHISCO: Montón de paja o gárgula que se colocaba en la chimenea, con forma,
para cocer sobre él el cocido. También se ponía la olla con el café de cebada
tostada.
CHIRVETERA: Persona que es chismosa por deporte.
Con “d”
DIÑUELO: Es una cuerda que va de pared a pared y en ella se pone la ropa
mojada para que se seque.
Antes, en el pueblo,
tendedero
se pronunciaba muy poco y ahora se usa más que diñuelo.
Con “e”
EBREAR: Dar todo el tiempo
posible la murga hasta conseguir lo que pedimos a nuestros padres o a otras
personas.
EMPARCHINAO: Usamos esta palabra para
comunicar que algo está excesivamente mojado. Por ejemplo: La tierra con el
agua de lluvia, el pan por el aceite…
EMPONDERAO: Cuando una herida cambia
de aspecto para empeorar.
ESCAJAR: Estirar lana de oveja con
las manos para después llenar colchones.
ESCANSARRIERO: Persona tranquila que le
da igual casi todo lo que pasa a su alrededor y no se da prisa por nada.
ESPACHURRAO: Algo que se nos presenta
aplastado, bien sea alimentos o cosas.
ESPECHOS: Cuando una persona llega
a la desesperación por alguna situación.
ESPERNIBLE: En Villargordo es
sinónima de tacaño.
Le
llamamos así a quienes tienen mucho apego al dinero y por eso gastan muy poco.
Con “f”
FARFOLLONA: Estar gordito/a y a la vez de carnes flojas.
FERPÓN: Dar una paliza a alguien.
Esta palabra, en ciertos lugares, se pronuncia como
“PERFÓN” o “PERFA”. Este fenómeno se debe a la transposición de sonidos dentro
de una misma palabra, es decir, cambian las letras de posición.
Con “g”
GUALTRAPEAO: Algo que no has colocado bien y que está
totalmente desordenado.
GRAILLA:
Se llama así al escalón que hay a la entrada de las
casas y que descansa en el suelo.
Antiguamente, y ahora menos, las personas se
sentaban en ella cuando en las noches de verano las familias se salían a la
calle para tomar el poco fresco que circulaba por el barrio.
GALIPUCHE:
Algo comestible que es una mezcla de varios
alimentos, que tiene mal aspecto y que no tiene por qué estar malo de sabor.
GALAPACHÍN:
Llamamos así al terreno cuando se mezcla la tierra y
el agua en los periodos de lluvia, formándose una pasta pegajosa que ensucia el
calzado de quienes la pisan y luego van dejando sus restos y señales por donde
caminan.
Antiguamente donde más se originaba este problema
era en las casas. Como no había asfalto en las calles y por el contrario sí teníamos
en ellas mucha tierra, piedras y barrancos pues esta escena era muy frecuente.
GARAFÁ
o GAFÁ: Mojarse la cara o aclarársela con agua, después de
habernos lavado con jabón, si lo hacemos juntando
los cuencos de las manos y rociando
su contenido sobre el rostro.
Con “I”
IGQUE:
Dar un golpe a una persona con el dedo pulgar sobre
el costado.
Con “J”
JARPILÁ:
Hartarse de comer.
Ejemplo: Cuando nos damos una
buena panzá de pipirrana fresca en
el mes de agosto.
JANDÓN: Céntimo, duro o euro.
Ejemplo: En Villargordo se suele
usar con mucha frecuencia esta expresión para indicar a la persona con la que
hablamos que no tenemos un céntimo:
[No tengo ni un jandón.]
Con “L”
LAMPANDO:
Tener muchísima hambre.
LAVACIAS:
Agua jabonosa que, después de haber acabado el
lavado, se vuelve a utilizar otra vez para lavar otra ropa diferente.
Con “M”
METE
MANO: Se le dice a la persona que nos acompaña para que
aligere en la faena o en el trabajo que está haciendo.
MOSTRENCO/A:
Persona gruesa y bastante feota.
Se pronuncia con mucha frecuencia entre nuestras
gentes, aunque sabemos que no es exclusiva de nuestro pueblo.
Con “P”
PACHARCONA:
Persona muy pesa que suele estar bastante sucia y dejada
en el aseo personal.
PATUSCO: Piedra del tamaño de un puño.
POQUITILLO: Cantidad pequeña de alguna cosa.
Con “R”
RABILEÑO: La usamos cuando queremos decir que algún vestido nos queda
excesivamente corto.
RASCAVINA:
Acción consistente en rascarse con energía y repetidas veces sobre la piel en
la zona del cuerpo en la que sentimos una picazón o escozor fuerte. Por lo anterior
solemos terminar con la piel enrojecida.
REGUÑIR:
Echar la bronca a otra persona, insistiéndole en lo
mismo.
REPURGO: Costurilla hecha alrededor de un trozo de tela para evitar que se
deshilache.
Revolaina:
Girar sobre sí mismo para dar una vuelta con mucho
aire.
Con “S”
SOCICAR:
Caer de frente una persona y romperse la boca contra
el suelo.
Con “T”
TAMAREO:
- Escuchar un ruido sin que podamos definir muy qué
es y entonces nos entran las dudas.
- Comentarios realizados sobre algo o alguien.
Experiencia vivida por Paco Pérez y que está relacionada con
este palabro de Carmen, siendo un mozo de unos 15 ó 16 años. Ésta
demuestra que este palabro era muy común en aquellos años en nuestro pueblo, lo
era por los temas agrícolas y porque el personaje era y es más del terruño que
un tomillo. Voy a omitir los nombres de los personajes, espero que lo
entiendan.
Íbamos,
la panda de mozalbetes que formábamos la peña de
amistad juvenil, en una procesión.
Participábamos todos formando un grupo amplio, charlando de nuestros temas y
ubicados al final de la comitiva oficial, es decir, detrás de las autoridades y
del sacerdote.
Cuando la procesión giraba en su recorrido desde la
calle La Parra o Granadillos hacia Ramón y Cajal o El Pilar,
en la misma esquina de la casa de Juanito
“El trapero”, se me ocurrió hacerle
a uno de los que íbamos esta pregunta:
- ¿Es verdad que has pretendido a…?
No me contestó y seguimos avanzando sin más diálogo.
Hay que hacer notar que el receptor de la pregunta era y es una persona poco
comunicativa.
Después de un rato así se dirige él a mí en estos
términos:
- ¿Es que se siente por ahí TAMAREO?
Aquí quedó demostrado que TAMAREO = COMENTARIOS para
él.
TARASCÁ: Echar mano a algo o alguien apuñascándole el pelo, la ropa o las
carnes.
TRANCAJÁ:
Dar pasos largos cuando caminamos.
TOROZÓN:
Indisposición que tiene una persona como
consecuencia de haber comido mucho.
TRONCHAO:
Cualquier cosa que se rompe, se dobla y ya no se
sostiene en su verticalidad.
Con “Z”
ZAGUERA:
Ir empapado de orines, un niño o adulto mayor.
ZALEA:
Piel de oveja curtida que se utiliza para cubrir las
camas en invierno. Antiguamente se usaba para evitar que los niños mojaran el
colchón con sus orines.
ZAMBALEO: La lluvia muy fuerte que cae en poco tiempo.
ZANCAJO:
Agujero, en un calcetín o media, que nos deja al
descubierto la piel.
ZANCARRETO:
Se lo decimos a los trompos cuando no bailan bien
porque tienen la punta roma o mal colocada. También se aplica a las personas
que no andan bien por algún defecto físico.
ZARPALÓN:
Vestido que no queda en su justa medida sino
excesivamente largo.
ZARZALEAR: Estar todo el día fuera de casa con el ánimo de solucionar cosas o
para enterarnos de algo.
ZURRAPAS:
- Posos que quedan en un vaso de alguna bebida o
comida.
- Restos que nos manchan los calzoncillos o las
bragas cuando soltamos aire, cuando no nos limpiamos bien o cuando tenemos el
vientre ligero e incontrolado.
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