LAS RETORNAS
DE
“GALARDONES 2012”
Colaboración de Paco
Pérez
Apreciado D. Luciano, tengo que empezar así
porque así es cómo los jóvenes de mi generación le nombrábamos en nuestro
pueblo, los mayores de su época también aunque de estos últimos, tal vez,
ya no quede ninguno para contarlo.
He
hecho esta introducción porque no me voy a plegar a aquello con lo que no
comulgo. Se eliminó el don a quienes lo tenían para eliminar barreras y lo que
se consiguió fue acabar con la educación y las buenas costumbres.
D.
Luciano Jiménez García. Nació en Villargordo el 24 de diciembre de 1922.
Sus padres, Luciano y Francisca, tuvieron tres hijos: María Dolores, conocida como Maruja; José, más popular como Pepe o Pepillo “El de Luciano” y Luciano,
éste fue el mayor.
En
la Navidad de 1925
la suerte se dio un paseo, como todos los años, y decidió que tenía que recalar
en nuestro pueblo para regalar a sus humildes moradores el 2º, un 4º y un 5º premios de la “Lotería Nacional”.
Esta
noticia era de dominio público pero en una conversación con Luciano Jiménez Lombardo, hijo de Pepe, la amplié con precisión y
detalles porque siempre se hablaba de la lotería que nos tocó pero no de la
categoría del premio y menos aún de que la suerte hubiera decidido mostrarnos
su cara generosa en tres categorías.
Ese
golpe afortunado hizo que muchas familias mejoraran su bienestar familiar y,
como es lógico, la mejoría de cada familia estuvo en función del importe jugado
y de la categoría del premio que le tocó.
Había
escuchado de mis mayores que la mayor parte de las casas del “Pecho de la ermita” se construyeron
gracias a esa circunstancia y que muchas familias que no tenían vivienda así
pudieron construírsela.
El
abuelo de mi interlocutor, Luciano
Jiménez Aranda, compró participaciones del 2º premio y por ellas fue agraciado con 66 000 pesetas. En nuestros días hubiera sido una minucia pero hablar
de esa cantidad en 1925 era algo
serio y con ella pudo ampliar el patrimonio familiar debido a que el precio de
las propiedades estaba ajustado al nivel de vida de entonces. Todas estas
circunstancias permitieron tener una infancia feliz a los tres hermanos.
D. Luciano asistió a la escuela, como
la mayoría de los niños de su edad, con D.
Alfonso Carrasco y Mateo, aquel inolvidable maestro. Éste adquirió su
prestigio porque fue un hombre de gran responsabilidad profesional, le dedicaba
mucho tiempo extra fuera del horario oficial. Sus alumnos lo quisieron y
respetaron mucho siempre, a pesar de tener una merecida fama de rígido y pegón.
Sé, porque me lo contó mi suegro, que cuando pegaba a alguien era con razón y
me contó el caso real que le ocurrió con él.
D. Alfonso llevaba un cierto tiempo enseñándoles
las normas de urbanismo y una mañana, antes de salir, les recordó que tenían
que ceder la acera a las personas mayores para que ellas no caminaran por las
piedras. Mi suegro, Manuel Moreno
Jiménez “Carabinas”, fue a casa
y su madre le encargó hacer un mandado. D.
Alfonso bajaba entonces de la escuela y lo hacía por la misma acera que el
subía, se olvidó de lo recomendado hacía un rato y quien se bajó de ella fue el
maestro y no el alumno. Cuando volvió a clase por la tarde el maestro lo llamó
a su mesa:
- Moreno, ven.
-
¿Qué quiere usted?
-
¿Qué os enseñé antes de salir de clase esta mañana?
-
Que nos bajáramos de las aceras cuando nos encontráramos a los mayores.
-
Muy bien Moreno… ¿Qué hiciste cuando
te encontraste conmigo al poco rato?
-
No bajarme.
-
Correcto… ¿Por qué?
-
No me di cuenta D. Alfonso.
Inmediatamente
después le dio un coscorrón y le
dijo…
- Espero
que aprendas la lección y que no vuelvas a repetir lo que has hecho conmigo.
A Manolo jamás se le olvidó la lección,
contaba su caso con agrado y, a pesar de eso, quería a D. Alfonso muchísimo.
En
aquella aula, regentada por D. Alfonso
y repleta de niños, D. Luciano
convivió y forjó algunas de sus
amistades futuras, entre ellas se encontraba la que siempre mantuvo con D. Francisco Cerezo Moreno.
D. Luciano también profesó por D. Alfonso un gran cariño y admiración,
una muestra de ello son las frases
que escribió en sus libros de estudio o de lectura para mostrarle lo dicho de
manera silenciosa y privada. Los estudios de Bachiller los realizó interno en el Colegio “San Agustín”, en Jaén
y, al concluirlos, marchó a Granada
para realizar los estudios de Derecho
en su Universidad.
En
aquellos tiempos estaba implantado el servicio
militar y, para los alumnos que comenzaban tarde sus estudios o les faltaba
poco para acabarlos, se legisló la petición de prórrogas para incorporarse a
él. Una vez solicitada y concedida tenías unos años de liberación del
compromiso con el ejército pero toda tu vida no podías estar así. Por esta
razón D. Luciano se tuvo que
incorporar una vez agotados sus años de prorroga y cumplió con ese deber como
español en Algeciras. En aquellos
tiempos esa obligación duraba tres años, lo digo porque ese fue el tiempo que
sirvió mi padre unos años antes que él.
Acabado
su servicio militar retomó sus estudios
y unos años después acabó la
licenciatura de Derecho.
Nunca
ejerció como letrado y se dedicó a gestionar los negocios agrícolas de la
familia.
Casó con Dolores Aranda Mateos y no tuvieron descendencia.
Falleció
en Villargordo en abril de 2001, a los 78 años y unos
meses.
Ahora vamos a conocer su
gestión al frente de nuestro municipio y estableceré una comparativa histórica.
En
diciembre de 1963 fue nombrado ALCALDE
de Villargordo por el Gobernador Civil de Jaén, D. Juan Manuel Pardo Galloso y cesó en el cargo en abril de 1979, permaneciendo al frente de nuestra alcaldía algo más de 15 años.
Cuando
alguien gobierna siempre hay luces y sombras en la gestión, depende de quienes
lleven el farol para guiar nuestros destinos municipales. Ocurrió con D. Luciano, ocurre con Sebastián, ocurrió con sus antecesor y
sucesores y sucederá con los que ocupen la poltrona en el futuro.
Voy
a plasmar un recorrido objetivo de su gestión e inevitablemente los
encontraremos a favor y en contra.
En
el primer Pleno de nuestro Ayuntamiento, después de D. Luciano, el pueblo acudió ilusionado
para presenciar de qué iba el nuevo invento. Podía intervenir toda persona que
lo deseara y fue moderado por tres personas amigas y colegas de profesión de
quien recuerda hoy aquel hecho histórico para nuestro pueblo.
No
recuerdo bien la cantidad que dejó D.
Luciano a nuestro municipio de deuda…
¿Dos o tres millones de pesetas
tal vez?
Pues
se aireó mucho la trampa dejada.
OCHO años después Pascual abandona el sillón y entra Sebastián, la trampa era infinitamente
superior. Ahí arrancó el origen de nuestra defenestrada economía municipal
actual.
D. Luciano tuvo que torear en una
época de bajos presupuestos y Pascual
con bonanza económica y, además, con unos terrenos municipales de los que se sacó la zahorra de los nuevos caminos de la “Concentración Parcelaria” de nuestros
olivares, pues a pesar de ello endeudó nuestras cuentas más de lo que había
recibido de D. Luciano y lo hizo en
la mitad de años de gestión.
¿Qué beneficios nos reportó esa presunta
fuente de ingresos?
Allanar unos terrenos en pendiente
y comenzar a construir en ellos las
bases de la futura zona recreativa
del pueblo: Campo de fútbol y vestuarios, piscina municipal y plaza de
toros.
Unos
años más tarde desaparece el invento de Pascual,
al entrar Sebastián se suspende el
proyecto. Con el tiempo se convirtió en polígono industrial.
Unos
años después Pepe compra unos
terrenos en el “Camino de Almenara”
y en ellos se ha edificado la nueva zona recreativa en gestiones municipales
sucesivas.
¿Qué
hubiera dicho la izquierda si D. Luciano, el último alcalde del franquismo, hubiera realizado estos atropellos y hubiera dejado ese trampón que nos agobia ahora?
Los
logros más importantes de la gestión de D.
Luciano fueron:
-
Primeras obras de alcantarillado.
-
Pavimentación y acerado de calles.
-
Alumbrado público en todas las calles.
-
Construcción de la nueva “Casa
Consistorial”.
Unos años después Pascual
construye el actual edificio que ocupa y el anterior pasó a ser el actual “Museo Cerezo”.
-
Servicio de “basura” municipal, con
camión y personal.
-
Construcción de 8 aulas, 8 viviendas para maestros y un comedor escolar.
- Transporte escolar para los niños de Torrequebradilla y Vados de Torralba.
-
Concesión de préstamos concedidos
por Patronatos para la rehabilitación
de viviendas a las familias más
necesitadas.
-
Nacimiento de Villatorres. Fue un
adelantado porque esta realidad que él puso en marcha entonces es la que hoy se
baraja como solución para bajar el déficit.
-
Puesta en marcha del primer servicio de “Agua
potable” con el aprovechamiento del agua del río Guadalquivir.
-
Construcción del actual puente sobre el río Guadalbullón, mejorándose con él nuestras comunicaciones.
Todos
los alcaldes hacen cosas buenas y Pascual
también. Hizo, para mí, la más importante de todas… ¡¡¡Proponer la implantación del riego en nuestro olivar!!!
D. Luciano nunca se salió de la ley y
Pascual, para hacer cosas buenas,
sí. Caso vivido por dos personas con ambos.
Ildefonso Jiménez García y yo visitamos a D. Luciano para proponerle, en nombre
de la Cofradía
del “Santísimos Cristo de la
Salud ”, la restauración
de la “ermita”. Nuestra
propuesta comprendía el aportar el dinero de los materiales con donativos y el Ayuntamiento participaría con los
trabajadores del PER. Estuvo presente
también en aquella visita Ramón Lerma Navarro
“El sereno”… ¿Qué nos respondió?
No
puede ser porque ese dinero tiene un fin que no es ese que me proponéis.
Volvimos a la carga en otra ocasión y su postura fue la misma.
Era
muy católico pero a pesar de ello
supo deslindar los terrenos.
Entra
Pascual y los mismos “zurreones de siesta” le visitan… ¿Qué ocurrió?
Nos dio su bendición,
pusimos en marcha el proyecto y se acabó la reforma propuesta. Los problemas que
toreamos, Pascual y nosotros dos, serán objeto de análisis
en otro momento.
Alonso y yo le estaremos eternamente agradecidos porque tuvo un par de narices para sacar adelante lo
que prometió hacer.
No
obstante, como es un análisis de gestión
en paralelo y no un ataque a la gestión de nadie, el
caso que nos ocupa coloca a D. Luciano
en una línea inmaculada y a Pascual en la línea marrullera de nuestros tiempos, donde todo vale y nada se pena.
Ambos
persiguieron lo mismo, el bien del
pueblo, pero por distintos caminos.
Después
de todo este análisis pregunto a la
“Corporación Municipal” actual, por
el tema de los “Galardones de “2012” , y a otras anteriores…
¿Por qué razón habéis discriminado a D. Luciano?
Considero
que si en el mismo acto se adjudica una calle a otro antecesor en la alcaldía y
lo nomina como “Calle Alcalde…” y a
él como “Calle Luciano…” pues os
tengo que decir que os habéis equivocado.
Otros,
en años anteriores, también concedieron calles a otros alcaldes del pasado y no lo hicieron con los dos de este año… ¿Por qué?
¿Qué
hubiera dicho la izquierda de mi
pueblo si una “Corporación” de derechas lo hubiera hecho al revés?
D. Luciano y mi padre fueron amigos
desde los tiempos escolares de D. Alfonso
Carrasco y Mateo. Pasan los años y yo, el hijo de su amigo, crezco hasta el
punto de que tuve tiempo de mezclarme con ellos, y su junta de amigos, en las
partidas de dominó.
Siempre
me trató usted como una persona adulta y nunca como a un jovenzuelo y eso no
pasa desapercibido a la sensibilidad de la poca edad, aunque los adultos creamos
otra cosa.
Cuando
no había televisión en las casas, en la de vuestra madre sí. Nunca olvidaré aquel
gesto que tuvo usted al invitarnos a ver el partido de nuestro Real Madrid y el Partizán de Belgrado en
la final de la VI Copa de Europa. La vimos Pepe,
mi padre, usted y yo… ¡¡¡Lo pasamos genial con el triunfo de nuestro
equipo!!!
Esas
cosas no se olvidan nunca y tampoco la cantidad de veces que hemos charlado
sobre los distintos temas de la vida y de nuestra
querida España, a pesar de que nuestras edades tenían un diferencial de 26
años.
También
recuerdo la cara de satisfacción que se le ponía cuando le
visité en el hospital y en las visitas que después le giré a su domicilio.
Se
fue dos años después que su amigo, mi padre, y con la misma edad.
Alfonso Carrasco era mi abuelo y mañana viernes vamos toda mi familia desde Valencia al Cementerio, creo que estaran alli algunos antiguos alumnos suyos. Me ha gustado mucho leer su nombre aqui.
ResponderEliminarSaludos