domingo, 19 de abril de 2015

LA RESURRECCIÓN DE JESÚS… ¿QUÉ OCURRIÓ DESPUÉS?

Colaboración de Paco Pérez
Este acontecimiento desbordó la realidad del día a día en una sociedad incrédula e inculta porque en aquellos tiempos no habían ocurrido hechos de esa índole y por ello, cuando resucita Jesús, quedan sorprendidos. Se comportaron así por desconocimiento profundo del hecho religioso, a pesar de que estuvo Él durante los tres años de “Vida pública” enseñándoles el camino del Reino, y, como consecuencia lógica de su nivel cultural y poca o nula “fe”, por eso se dispararon las explicaciones que intentaban justificar lo sucedido:

1.- Las mujeres que acuden por la mañana proclaman que han robado el cuerpo, María Magdalena principalmente.
2.- Los no seguidores de su doctrina acusan a sus discípulos de ser los ladrones.
¿Por qué ocurre esta disparidad de interpretaciones?
Porque realmente todo lo que rodeó a Jesús y explicó no fue comprendido en su total dimensión ni antes ni después de su muerte, sólo cuando resucitó y comenzaron las apariciones los discípulos se transformaron, la “fe” se instaló ya en ellos de manera definitiva después de los encuentros que tuvieron con Él y, en una de ellas, les recordó que todo lo que estaba sucediendo era en cumplimiento de lo que se les había venido anunciando desde Moisés.
Yo considero que nuestra creencia transita por la misma situación que vivieron las gentes de Israel y que por ello también necesita sustentarse de manera fuerte en la “fe” que se adquiriere cuando comprendemos de verdad el mensaje que Dios nos dio a través de su Hijo, Jesús.
Dicho esto me pregunto muchas veces… ¿Tenemos realmente “fe”?
Manejamos el concepto “fe” con demasiada ligereza y de ahí que confundamos el hacer cuatro cosillas con lo que es realmente. Si nos fijamos en el mensaje de la “Resurrección” podemos deducir por él que la transformación de los discípulos vino cuando manejaron uno hechos tangibles: caminar, tocar, hablar y comer con Jesús. Después de esa realidad sus seguidores ya no tuvieron dudas, incluso ya no temían a la muerte. La realidad del nuevo orden que nos predicó había entrado en ellos tarde pero ya no dudaban.
Nosotros, a mi entender, sólo tenemos una oportunidad tangencial para que nuestra “fe” alcance el nivel óptimo que nos ayude a no fallarle a Dios, meternos dentro de la Biblia y conocer mejor su mensaje. No veo otro camino mejor para poner en marcha el amar a Dios y al prójimo.
También deberemos tomar la enseñanza de Juan como camino cuando no dijo que proclamar nuestra creencia en Dios no es suficiente si no va acompañada del cumplimiento de sus preceptos y nos deja bien claro que no debemos pecar pero que, si lo hacemos, no nos debemos de olvidar de que Jesús siempre intercederá ante el Padre por notros.




No hay comentarios:

Publicar un comentario