Colaboración de Manuel Sánchez García
A las manos trabajadoras de mi pueblo
Villargordo,
vasto nombre
que de nuestra tierra nace
con un requiescat in pace
para las manos del hombre.
La tierra te sea leve
tú que tanto has trabajado,
fuertemente te has clavado
la tierra que hoy será breve.
Ya te has liberado de ellas
no te ahogan tus cadenas
pero el pueblo te condena
por ser del cielo una estrella.
Tu campo ahora es erial,
aquellos dos: tus retoños,
se beben todo el otoño,
sueñan con lo material.
El campo espera impaciente
aquellas manos rugosas,
las flores son, pues, tus diosas
que te recuerdan fielmente.
Ya no comen tus migajas
verderones y pinzones,
pues llevan sus corazones
tu muerte mas tu mortaja.
Villargordo, vasto nombre
que de nuestra tierra nace
con un requiescat in pace
para las manos del hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario