martes, 12 de abril de 2022

LA BIBLIA NOS DA LUZ, LA TRADICIÓN CONFUSIÓN

Colaboración de Paco Pérez

¿CÓMO SEREMOS JUZGADOS?

Es complicado transitar por cualquier lugar sin luz a cualquier hora pero si lo hacemos por los senderos del Reino de Dios lo es mucho más… ¿Por qué opino así?

Porque quienes decimos ser cristianos solemos viajar mucho por la carretera del “digo”, poco por la del “hago” y dar esas respuestas a Jesús es hacer lo contrario de lo que nos enseñó a diario en sus relaciones con la comunidad. Mi intención es mostrar esa realidad sin juzgar ni generalizar porque sería injusto meter en el mismo paquete a quienes son la excepción de lo dicho.

Para comprender mejor el hecho religioso debemos analizar los acontecimientos del presente mirando al pasado y entonces es posible que asimilar la religiosidad nos sea más fácil. Para ello debemos visitar la Biblia pues ahí se nos muestra, poco a poco, todo lo que debemos saber sobre Dios.

Debemos comenzar recordando que Él nos creó hombre y mujer, que dicho acto está reflejado en ese orden de aparición en ella, aunque los movimientos feministas se empeñen en interpretar mal dicha evidencia, que les dio una ley para que pudieran guiar sus actos y que ellos la incumplieron.

Leamos Génesis 3, 6-19:

[6. Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él sabiduría, y tomó de su fruto y comió, y dio también de él a su marido, que también con ella comió. 7. Abriéronse los ojos de ambos, y viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores. 8. Oyeron a Yavé Dios que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se escondieron de Yavé Dios el hombre y su mujer, en medio de la arboleda del jardín. 9. Pero llamó Yahveh Dios al hombre, diciendo: ¿Dónde estás? 10. Y éste contestó: Te he oído en el jardín, y temeroso porque estaba desnudo, me escondí. 11. ¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer? 12. Y dijo el hombre: La mujer que me diste por compañera me dio de él y comí. 13. Dijo, pues, Yahveh Dios a la mujer: ¿Por qué has hecho eso? Y contestó la mujer: La serpiente me engañó y comí. 14. Dijo luego Yahveh Dios a la serpiente: Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu pecho y comerás el polvo todo el tiempo de tu vida. 15. Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer y entre tu linaje y el suyo, éste te aplastará la cabeza y tú le acecharás el calcañar. 16. A la mujer le dijo: Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Parirás con dolor los hijos. Y buscarás con ardor a tu marido, que te dominará. 17. Al hombre le dijo: Por haber escuchado a tu mujer, comiendo del árbol del que te prohibí comer, diciéndote no comas de él: Por ti será maldita la tierra, con trabajo comerás de ella todo el tiempo de tu vida. 18. Te daré espinas y abrojos y comerás de las hierbas del campo. 19. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella has sido tomado; ya que polvo eres y al polvo volverás.].
Hablando en términos humanos todos sabemos que cuando una persona comete una falta es detenida, interrogada, acusada si la encuentran culpable, juzgada, condenada si se prueban los hechos inculpatorios y encarcelada. Durante el juiciose se presentan las pruebas del delito, se analizan, se escuchan los alegatos de la defensa y de la acusación, se evalúa la información recibida y finalmente el juez o el jurado popular emite una sentencia ajustada a esa ley, la que ya estaba vigente antes de que esa persona cometiera su delito. Si el veredicto que se emite es de CULPABILIDAD y entra en prisión… ¿Quién lo condena?

El juez o el jurado que lo juzgó, responderíamos.

La respuesta que damos es así de simple porque así de simple es como hemos sido educados los cristianos, es decir, no nos inculcaron principios básicos que nos iniciaran obligatoriamente en la lectura, el análisis y la crítica constructiva de los hechos bíblicos y por esa realidad ahora sólo se puede esperar de ellos que ocurra como con la higuera, si ésta sólo puede dar higos pues que la mayoría de ellos respondan según la TRADICIÓN y muy pocos orientados en la Biblia… ¿Por qué somos así?

Porque cada persona enseña lo que le enseñaron y quienes dan lo que tienen no pueden ser culpados de hacerlo mal pues la realidad es que desde hace tiempo se nos mostró a Dios así: [Premia a los buenos y castiga a los malos].

Si nos hubieran hecho leer y razonar Génesis 3, 6-19 entonces, tal vez, hubiéramos comprendido que Dios, nuestro Padre, no condenó a Adán y a Eva sino que ellos mismos se condenaron al incumplir la LEY que Dios les dio, comer del árbol prohibido. La prueba está en el versículo 7, en él se comprueba que comprendieron su falta cuando perdieron la inocencia al se vieron desnudos y entonces trataron de cubrirse.

Si no se nos hubiera inculcado que Adán y Eva pecaron al comer del árbol prohibido no hubiéramos asimilado que Dios los castigó porque fueron desobedientes. En mi tiempo fuimos educados así en la familia, la parroquia y la escuela, es decir, nos amedrentaron demasiado, respirábamos que todo era pecado, teníamos que confesarnos frecuentemente si queríamos acercarnos a comulgar porque si no seríamos castigados por Dios e iríamos al Infierno, esta posibilidad última nos asustaba mucho. Con el transcurrir de los años, y por la ley del péndulo, hemos pasado de “todo es pecado y confesar con frecuencia antes de comulgar” a “no confesar, hacerlo muy poco o anualmente y comulgar todos los días”.

Yo, ante estas dos realidades antagónicas, opino que alguien no ha sabido diseñar la metodología adecuada para que haya ocurrido esto y ahora nos encontremos algunos mayores demasiado atrancados porque ya no podemos saltar ni la raya de un lápiz.

Al ser de otra época también me planteo: Antes, si una hostia consagrada caía al suelo el sacerdote la cubría, continuaba repartiéndolas a los fieles y después, al acabar, la recogía y limpiaba muy bien el lugar donde había caído.

¿Qué explicación nos daban para actuar así?

Si una partícula de la hostia quedaba en el suelo, al estar consagrada, en ella también estaba presente Cristo y podía ser pisado. Un tiempo después ya no se siguió ese protocolo en situaciones iguales… ¿Qué había cambiado?

Ahora comulgamos con la nueva normativa, podemos optar por recibir la Eucaristía en la boca o en la mano… ¿Ya no sirve la explicación dada sobre la partícula de hostia que podía quedar en el suelo al caer? ¿No puede caer también al depositarla en nuestra mano o estar en nuestros dedos al cogerla para llevarla a nuestra boca? Pensemos que el sacerdote se limpiar con agua después y se la bebe pero lo fieles no.

Sabemos que Jesús es Dios hecho hombre, que nos AMA tanto que no nos CONDENA sino que nos PERDONA y nos aconseja no volver a PECAR más, por eso debemos preguntarnos… ¿Nos juzgará Dios para condenarnos o salvarnos o serán nuestros actos los que nos harán sentirnos condenados o salvados cuando estemos en su presencia?

Que cada cual piense y reflexione antes de dar respuesta a esta interrogante.

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario