Colaboración
de Paco Pérez
Capítulo V
Lo
peor que hacemos los humanos es estar pendientes de lo que hacen los demás para
diseñar nuestra ruta, esa es la forma de proceder que tienen los “culés” desde hace bastantes años.
Cuando
el “síndrome del espejo” afecta a alguien el problema
siempre encuentra la respuesta en él, le basta con ponerse delante y
preguntarle:
-
Espejo, espejito… ¿Quién es el mejor
equipo de fútbol del planeta?
Inmediatamente,
su raciocinio distorsionado le da la respuesta que desea escuchar… ¡¡¡El Barça!!!
Llegados
a este punto el retorno a la normalidad no es tarea sencilla porque siempre hay
un motivo que vuelve a encender el piloto que anuncia la ignición inminente del
síndrome y quienes son “cules”
vuelven al espejo para solucionar sus males. El espejo, como todo los que
sufrieron la tiranía de la esclavitud, se amolda a la forma de vida que le
impusieron quienes los compraron y no se atreve a levantar la voz porque sabe
qué consecuencias le traería esa decisión, en este caso su castigo es salir
volando hasta quedar destrozado contra una pared o el suelo.
Como
nadie quiere morir pues a los espejos tampoco les gusta ir al contenedor y
entonces optan por responder lo que el “culé” preguntón desea escuchar.
En
el siglo pasado el causante de ese
síndrome se llamó Di Stéfano. La
razón es muy sencilla y hay que buscarla en la DECISIÓN EQUIVOCADA que tomó el entonces presidente de la Gestora al
renunciar a ese 50% de los derechos que le habían adjudicado, de manera
injusta, los estamentos deportivos españoles.
De
esa decisión desacertada se derivaron unas
CONSECUENCIAS posteriores y para tomarla se ampararon en el valor que
siempre dieron en Cataluña a la “pela”.
Alfredo Di
Stéfano
protagonizó, con toda probabilidad, el fichaje más polémico de toda la historia
del fútbol en España. Él era entonces, prácticamente, un desconocido en nuestro país
porque las noticias no viajaban con la inmediatez de ahora.
Hubo
un partido amistoso en 1952 y en él entusiasmó a todos los que asistieron al estadio Santiago Bernabéu, ese día el
Real Madrid se enfrentó al Millonarios de Bogotá. En ese conjunto
militaba Di Stéfano desde que dejó Argentina en 1949 por la huelga de
futbolistas. El Ríver Plate, fue el
equipo en el que jugó hasta la huelga y, consecuentemente, el club propietario de sus derechos federativos hasta
ese año. Él se marchó a Colombia con otros muchos futbolistas
argentinos y se enroló en Millonarios,
así pasaron sus derechos a ser propiedad de este club colombiano hasta 1955, después volverían a Ríver.
El
Real Madrid quedó encandilado con su
juego, negoció con el club de Bogotá y firmó el traspaso del jugador el 24 de
julio de 1953, siendo fijado en 89 000 pesos.
Los
catalanes, muy amantes de entorpecer las negociaciones de fichajes del club
madridista para encarecérselo, se metió en el charco y Pepe Samitier, el ex jugador del Barça y del
Real Madrid, que en aquel momento era secretario
técnico del FC Barcelona, y el
abogado Ramón Trías Fargas
negociaron con Ríver Plate y Millonarios para que Di
Stéfano se incorporara al conjunto azulgrana. Fue entonces cuando surgieron
los problemas para el traspaso, ya que los derechos
pertenecían a Millonarios hasta
el 1 de enero de 1955, y el
Barcelona se negó a negociar con
ellos.
Casi
un mes después de que el Madrid
hubiese anunciado oficialmente el pago del fichaje a Millonarios, concretamente el día 20 de agosto de 1953, ese día el FC
Barcelona emitió un comunicado oficial en el que anunciaba que el 15 de agosto
había alcanzado un acuerdo con Ríver Plate
para la trasferencia del jugador. En dicha nota afirmaba que el acuerdo había
sido comunicado a la Asociación del Fútbol Argentino, que ésta lo había
aceptado, y a la Federación Colombiana de Fútbol, la que no se lo pudo autorizar.
El
Barça pagó
un primer plazo a Ríver Plate, la
mitad de lo acordado para el traspaso, pero la FIFA confirmó que por el "Pacto
de Lima" con la Asociación
Colombiana de Fútbol los derechos no volvían a Ríver hasta 1955 y que por esa razón desautorizaba ese compromiso.
El
15 de septiembre de 1953 intervino la Real
Federación Española de Fútbol para solucionar el caso y, después de
conseguir un acuerdo con directivos de ambas partes, emitió un comunicado en el
que autorizaba a Di Stéfano a jugar
cuatro temporadas en España: dos en el Real
Madrid y dos en el Barcelona, de
manera alternativa.
El
presidente del conjunto azulgrana, Enric
Martí, no estuvo de acuerdo con la decisión y presentó su dimisión para
manifestar su protesta.
Los
primeros partidos del jugador fueron decepcionantes, el descontento de los
aficionados fue creciendo, se vivió esa situación en Barcelona y sin que pasara
un mes después de debutar. El 23 de octubre, Josep Vidal-Ribas, el miembro de la “Comisión gestora” que se había hecho cargo del Barcelona tras la dimisión de la junta directiva, firmó un
comunicado en el que renunciaba a todos los derechos sobre Di Stéfano en favor del Real
Madrid. Éste procedió de inmediato, le abonó el dinero adelantado por el Barcelona a Ríver y pagó el resto del traspaso al club argentino, como había
hecho anteriormente con Millonarios.
Esta
decisión apareció en la prensa como un éxito de la buena gestión azulgrana
porque se había librado este club de un jugador que no había conseguido triunfar
ni en Ríver ni en Millonarios y le habían colocado el
mochuelo al Real Madrid. También
hablaron de que no tenía esa calidad tan
exquisita como en principio todos quisieron ver y que esperaban de él.
Pues
bien, ese futbolista que el Barça colocó al Madrid como mediocre cambió la
historia del fútbol español y consiguió que en las siguientes temporadas el
dominio del Madrid fuera apabullante y él lo convirtió entonces en el mejor
equipo del mundo.
¿Se
va comprendiendo ya un poco más por qué tienen los “culés” esa animadversión al
Real Madrid y el por qué tienen desde entonces, y de manera muy acuciada, el
“síndrome del espejo”?
Como
siempre fueron unos peseteros pues tomaron, de manera precipitada, la decisión
de que era una inversión calamitosa y se precipitaron para recuperar su dinero.
Tomada la decisión se frotaron las manos cuando lo recuperaron y, mucho
más, cuando la prensa les aplaudió su acierto empresarial.
Di
Stéfano y Kubala no pudieron reunirse en el Real Madrid a pesar de que Santiago
Bernabéu fue quien trajo a España a Kubala… ¡¡¡Menuda pareja hubiera reunido!!!
Pues
no pudo concretarse su fichaje por el Real Madrid debido a que la Real Federación Española de Fútbol dio
en este caso prioridad al Barcelona.
Un
ejemplo del rendimiento que estos dos futbolistas pudieron haber ofrecido juntos
se produjo en un amistoso entre el Barça,
reforzado por Di Stéfano, y el Vasco de Gama,
en el que los azulgranas se impusieron por un contundente 6 a 2.
¿Qué les parece el papel jugado de nuevo por el Barça y nuestra
RFEF en el fichaje de Kubala?
Curiosamente,
los dos primeros goles oficiales de la Saeta
Rubia con la camiseta del Real
Madrid los consiguió en un partido ante el Barcelona, que cayó en el Bernabéu por 5 a 0.
¿Qué club ha
sido perjudicado por las instituciones deportivas en ambos fichajes?
Está
muy claro: Millonarios tenía los derechos de Di Stéfano, se inmiscuye
el Barcelona con Ríver que no los tenía en esos momentos,
la Asociación Colombiana de Fútbol y
la FIFA dan la razón a Millonarios y la Federación Española de Fútbol se acuerda de Salomón y ejecuta lo que él no hizo, partir por la mitad la
duración del contrato (jugar dos años en cada club).
Si
nos fijamos bien en cómo funcionan ahora en esa región comprobaremos que es
herencia de un pasado reciente en el que siempre hicieron una manipulación
sesgada de las normas y las instituciones para que todo se ajuste siempre a sus
necesidades o caprichos, aunque no se correspondan con la legalidad… ¡¡¡Que cada cual
piense lo que desee y tal vez acierte!!!
La
mayoría de los historiadores están
de acuerdo en afirmar que su fichaje por el Real Madrid cambió el rumbo del
fútbol español y europeo.
En
1953 el FC Barcelona dominaba en nuestro fútbol y el Real Madrid, en cambio,
hacía 20 años que no lograba ganar la Liga.
Con
la llegada de Di Stéfano, el Real Madrid consiguió ocho de las siguientes 10
ligas (1953-54, 1954-55, 1956-57, 1957-58, 1960-61, 1961-62, 1962-63, y
1963-64) y una Copa del Generalísimo (1961-62).
Además, Di Stéfano se erigió como el máximo goleador de la liga en cinco
campeonatos. A nivel internacional consiguió 5 Copas de Europa consecutivas, dos subcampeonatos y una Copa Intercontinental.
Como
es lógico pasar de ser aplaudido a que ocupes ahora el puesto secundario del que antes no era aplaudido creó
al Barça un sentimiento negativo que lo llevó a crear un clima de animadversión
hacía el Real Madrid, algo que no tuvo pies ni cabeza y aún siguen con esa política.
Acusar
al Madrid de recibir ayudas oficiales cuando el que acusa es el campeón en ese
apartado me parece una tomadura de pelo.
Pasan
los años y a cada cual nos colocan los demás donde nos merecemos y por eso Di Stéfano, el que ellos no quisieron por
malo, fue considerado por la FIFA como uno de los cinco mejores
jugadores de fútbol del S. XX junto
con el brasileño Pelé, el alemán Franz Beckenbauer, el
argentino Diego Armando Maradona y
el holandés Johan Cruyff.
En 2004 fue elegido el cuarto mejor jugador del siglo XX por
la IFFHS y
el mejor por todos los ganadores del Balón de Oro hasta 1999.
Durante
años fue el máximo goleador de la historia del Real Madrid C. F., donde militó once temporadas anotando 307 goles
en 403 partidos oficiales, y en el que obtuvo sus mayores éxitos y
reconocimientos, siendo el jugador argentino con más títulos en la historia
hasta el año 2010, cuando fueron superados sus veintidós trofeos
oficiales. Pese a las consideraciones de la FIFA y la IFFHS, Di Stéfano es indicado por algunos como
el mejor jugador de todos los tiempos
y su nombre va directamente ligado al del mejor
club del siglo XX, el REAL MADRID.
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