Colaboración de Paco Pérez
Capítulo IV
Los
delirios de grandeza que le afloran
a algunas personas o a las instituciones no son deseables nunca para nadie
porque Dios, que es el más grande, vino al planeta para darnos ejemplo de
comportamiento, y lo hizo desde la normalidad familiar y personal.
Quienes
se ven afectados por ese sídrome sufren mucho cuando comprueban que la sociedad
no los acepta y, a partir de ahí, ya comienzan a ver fantasmas por todos los
sitios cuando la realidad es que el único fantasma que hay en el ambiente está
en sus mentes y no logran desalojarlo de ella.
¿Por qué planteo esta entrada?
Porque
a pesar de que todos conocemos esa cruda realidad hay una región en España que
está afectada de ese sídrome, me refiero a Cataluña.
En ella no se cansan de romper el
tiesto cada vez que les ponen delante una alcachofa con grabador, también cuando
ven venir hacia ellos unas cámaras de vídeo o cuando un señor con bolígrafo
hace garabatos en un papel. Gustarles que los entrevisten los distintos medios no
es un problema para nadie pero que aprovechen esas oportunidades para decir una
MENTIRA tras otra y, además, con la insana costumbre de ganar adeptos a su
equivocada cruzada es lo que no se debe hacer y, por supuesto, lo que no pasa
por mi gaznate y el de otros muchos.
Piqué es catalán y al
buen hombre, de manera equivocada, le adjudicaron
unas declaraciones inadecuadas. El periódico
deportivo MARCA se hizo eco de ellas y publicó la noticia.
La
CNN americana encedió el fuego con
declaraciones que buscaban hacer patria catalana, el dichoso embrollo se
publicó el 16 de enero de 2014.
Para
documentar el tema que nos ocupa, leamos parte de las palabras que se le
adjudicaron:
Gerard
Piqué ha vuelto a referirse a Cataluña
y a su situación respecto a España, para lo que ha señalado que el FC Barcelona
es la mejor manera de enseñar Cataluña en el exterior. Creo que para Cataluña
el Barça significa mucho.
En la entrevista, la cadena americana define a Cataluña como "un bastión de la resistencia durante el
régimen dictatorial del general Franco".
Para comprobar la veracidad de la noticia:
Piqué: "El Barça es la mejor manera de enseñar
Cataluña en el exterior" - EcoDiario.es http://ecodiario.eleconomista.es/futbol/noticias/5464331/01/14/2/Pique-El-Bara-es-la-mejor-manera-de-ensenar-Cataluna-en-el-exterior.html#Kku8O1Wbo2XReqxW
Quienes
siembran vientos recogen después el fruto de lo que esparcen y en este caso, la
entrevista adjudicada a Piqué, el
fruto que se recogió después fue la respuesta razonada de un señor que aspiró, en su
momento, a la presidencia del Real
Madrid, me refiero a Alfonso Ussía.
Este
periodista se documentó con MARCA y
publicó un escrito de inmediato, iba dirigido al jugador. Después se demostró
que Piqué no había hecho esas
declaraciones, Marca rectificó su
error y le pidió disculpas.
Como Alfonso Ussía publicó su artículo antes de que Marca rectificara pues, para mí, el
asunto hay que tomarlo como lo que es, una prueba más del comportamiento de los
catalanes a lo largo del tiempo en sus continuas quejas hacia el Real Madrid y Franco.
El
artículo de este señor es una lección histórica en el campo del deporte y la política y el contenido de
su respuesta fue publicado en un
medio nacional, me lo regaló un amigo a
través del correo electrónico.
SIEMPRE CON VUESTRA EXCELENCIA
Escrito y publicado
por Alfonso Ussía
Hay
desmemorias divertidas. O falta de información. O deseos de olvido. El caso es
que Piqué, gran futbolista del «Barça» y de la Selección Nacional, se ha metido en terrenos que no domina y se ha
desahogado con una tontería. Piqué, extraordinario jugador y hombre muy
envidiado por haber iluminado los vientos del amor que soplan en torno a la
bellísima Shakira, ha asegurado – textualmente – que «el Barça fue un bastión en la lucha contra el franquismo», lo cual
no se me antoja respetuoso con la verdad. Lo que ha dicho Piqué viene de
órdenes de arriba, y no es responsable de emitir semejante memez.
Piqué no tiene edad
para saber hasta qué punto el «Barça» fue un club mimado por el franquismo, y beneficiado de
un acuerdo del Consejo de Ministros celebrado en el Pazo de Meirás
en el verano de 1965 por el que se facilitaba al gran club barcelonés toda suerte
de ventajas para su expansión social. Un acuerdo ministerial que aprobó la recalificación de unos terrenos para
que el «Barça» pudiera culminar sus proyectos urbanísticos y deportivos, y que no
sólo consistió en tan generosa medida. El Consejo de Ministros presidido por el
Jefe del Estado, don Francisco Franco, aprobó una subvención
a fondo perdido y con cargo al Consejo Nacional de Deportes de 43 millones de pesetas
al Fútbol Club Barcelona. Una cifra que en aquellos tiempos superaba
el rango de espectacular.
Previamente,
el Fútbol Club Barcelona, con todos
sus directivos uniformados de elegante chaqué, fueron recibidos por el Generalísimo, el cual aceptó encantado la concesión por parte
del club catalán de dos medallas de oro.
La segunda medalla de oro no se le impuso al Jefe del Estado en los tiempos
duros de la posguerra, sino el 28 de
febrero de 1974, cuando el general Franco y su régimen principiaban el
inexorable camino hacia su extinción. Es decir, que el «Barça», como
institución y ejemplar club deportivo español, fue leal con el Jefe del Estado
y el régimen franquista hasta las postrimerías
de sus respectivas existencias.
Unas
semanas antes de la concesión de su segunda Medalla de oro al Caudillo, el
«Barça» había vapuleado por 0-5 al Real Madrid en el Estadio Bernabéu, y su presidente
de entonces, Agustín Montal, decidió celebrarlo, con la aprobación de toda su
Junta Directiva, concediendo al Jefe del Estado tan importante galardón, aprovechando
también el septuagésimo quinto aniversario de la fundación del formidable y
españolísimo Club de Fútbol Barcelona. A Franco,
en presencia del ministro don José Utrera Molina y del delegado nacional de
Educación Física y Deportes, Juan Gich, le emocionó el recuerdo que constituyó el
argumento principal del discurso de adhesión de Montal a la fundamental ayuda que en 1965 recibió el «Barça» del
Gobierno de la nación. Gracias a esa inestimable ayuda, el «Barça» construyó el
«Palau Blau Grana» y el Palacio de Hielo. El Presidente de la
Real Federación Española de Fútbol era también catalán, como Juan Gich.
En
la vida los rumbos se enderezan o se atraviesan, pero no se queman. Siempre queda
alguien al cargo del archivo de la memoria y de los recuerdos. Cuando el «Barça»
viajaba a Portugal, no acudía como
el Real Madrid a visitar al Conde de
Barcelona, el Rey exiliado. Temía una reacción negativa de Franco y de su Gobierno. Bernabéu, tan expresivo,
respondió de
esta
manera al elegante y caballeroso periodista deportivo «Gilera» cuando éste le comentó, después de una visita a Don Juan, de la posible incomprensión de Franco:
-
Me la refanfinfla.
El
«Barça» es un grandísimo club. Pero hay que explicarle a Piqué que de bastión antifranquista tuvo muy poco.
Más bien, nada. Mejor dicho, lo contrario. Como terminó Montal sus palabras, «siempre
con Vuestra Excelencia».
Continuará
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