martes, 3 de octubre de 2017

NOCHE DE MARCHA EN SEVILLA

Colaboración de José Martínez Ramírez
Para los Pecos de Villargordo
La celebramos con un vodka con limón,
mientras se largaban dos primaveras,
tras aquella madrugada en la frontera,
con dos abrazos y alguna canción.

Las conocimos imberbes en un mesón
cuando en Sevilla giraba la esfera,
una se llamaba Rocío y la otra Julieta,
amanecidas cubiertas de un blusón.

No pido besos de importación
ni que un alma viajera
quisiera, querer que quiera,
alegrarme el corazón.

En el Guadalquivir un bufón,
con mi alma alegre y viajera,
aquella noche, yo me sintiera
capitán, con mi bandido bribón.

Harto ya de churros y chinchón,
a las dos, a pares, el las cubriera
en aquella barca viajera,
mientras gritaba el muy bribón.

No pido besos de importación
ni que un alma viajera
quisiera, querer que quiera,
alegrarme el corazón.




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