Colaboración de Paco Pérez
LA FE, EJEMPLOS PARA COMPRENDERLA
La
vida está llena de obstáculos y cuando caminamos, si no los vemos a tiempo,
podemos tropezar y caer. Éstas son las tentaciones que nos acosan de manera
permanente, las que tienen la habilidad de presentarnos como bueno aquello que
en un futuro no muy lejano sólo nos regalará la perdición pero, como llevan los
adornos y los condimentos de la belleza engañosa, nos hacen caer en sus
tentáculos y al caer ya nos será complicado soltarnos de ellos. Después de sucumbir,
si admitimos nuestras debilidades y retornamos al camino de la FE, seremos ayudados y, aunque
caminaremos ya con muchas dificultades, nuestra nueva vida cobrará sentido y
nos aplicaremos con fuerza a dar testimonio de la verdad, San Pablo o San Agustín pasaron por este trance y deben ser nuestros ejemplos a seguir
cuando se desee enderezar el rumbo perdido.
Desde
Adán y Eva las tentaciones están
presentes entre las personas y éstas transitan con caídas y levantadas, unos
más y otros menos, pero lo malo no es tenerlas y caer sino no tener arrestos
para levantarnos y seguir luchando mientras andamos.
El
desobedecer y ambicionar perdió a estos dos personajes bíblicos pero hay
infinidad de tentaciones que tumban al hombre.
El
mejor remedio para salvar este problema es trabajar con ilusión ayudados por la
FE, pero debemos saber que hablar de
ella no es tenerla, que ésta no se compra en el mercado sino que se nos regala
al nacer, que debemos cuidarla como hacemos con los regalos materiales y que
igual que éstos se rompen pronto si no se cuidan bien ella se apaga.
En
estas fechas debemos fijarnos en María
de manera especial para comprender lo que es tener FE y así poder mantener esa llama encendida. Ella tuvo que tener
mucha para aceptar el ser “madre” sin estar casada todavía con José…
¿Por qué fue tan relevante este hecho
cuando en nuestros días ocurre cada dos por tres y es visto con total
naturalidad?
Porque
en aquella cultura un hecho de esas características tenía unas consecuencias
graves para la mujer, las que se derivadas de la ley que allí había para esos
casos.
La
figura de José también entra en el
capítulo de la FE pues, si no
hubiera aceptado a María como esposa
y la hubiera repudiado, lo que se
hacía en estos casos, la maquinaria de la ley se hubiera puesto en marcha para
castigar a María y los planes de Dios para el hombre no se hubieran
podido cumplir. Como estamos planteando el plano humano de una situación real pues
a Dios no se puede apartar de lo
ocurrido y entonces debemos aceptar que esta realidad nos muestra que ambos
fueron unos instrumentos necesarios en manos de Él para que se pudiera cumplir su “plan de salvación” para la HUMANIDAD. No obstante, hay que reflexionar
y reconocer que sin el consentimiento de ellos a él no se hubiera cumplido y
que la decisión que tomaron fue fruto de la LIBERTAD que recibimos al nacer, sin su colaboración la
intervención del Espíritu Santo no
hubiera sido posible.
Cumplido
el tiempo nació su hijo y María siempre
estuvo junto a Él y ese ejemplo es
el que debemos seguir nosotros para conocerlo más a fondo y progresar en la FE. La proximidad a Jesús nos incrementa la FE y la lejanía
nos la debilita, de ahí que esa sea la única fórmula posible para actuar bien y
así no fallarle al Padre.
Los
personajes bíblicos que acudieron
hasta Jesús para adorarlo y llevarle sus regalos también son un ejemplo válido para comprender
lo que es tener FE de verdad.
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